Por Sin Reservas
Para empezar decimos que el empleado del Gobierno (Palacio Nacional) que funge como presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Julio César Castaños Guzmán, creemos que no sabe utilizar su teléfono celular, puede hacer y recibir llamadas y otras cositas, pero darle el uso tecnológico, lo dudamos.
Mucho menos Castaños Guzmán, tendría autoridad para decirle al mundo, que su sistema electrónico utilizado para el pasado fraude de las primarias del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), «es infalibre».
Que calidad tiene este señor para hablar de tecnología, cuando ni siquiera sabe que es un «algoritmo».
Con estas declaraciones de que: «Nadie puede intervenir el sistema», este elemento mintió -vemos que adrede-, pero su sospechoso accionar no inició a partir de ese momento, sino desde el instante en que no asumio su propio reglamento y rechazó todas las peticiones del precandidato Leonel Fernández. de los observadores y de otros actores.
Nos parece leer en su pensamiento: «Esta vaina esta preparada para favorecer a mi jefe, y nadie va a interferir… No jodán».
Pasado el fraude, este señor habla y alude irresponsablemente indirectamente al precandidato Leonel Fernández, olvidándose que el problema no es el robo a Leonel, es el país que yá le queda poca rosca.
Pero, al volver ayer a la carga, no solo alude de nuevo a Leonel, sino que se burla de él, y por ende del país, y hasta hizo, su chiste de mal gusto, buscando pasar de presidente a payaso, cosa que no le luce, ni a él, ni a nadie en este momento tan tenso.
Este sujeto esta burlándose de los que decidimos acudir a las urnas, no de Leonel Fernandez, en el vídeo usted puede constatar que no solo es un irrespetuoso, sino un provocador, habla como un dictador político, no como un árbitro, como diciendo este negocio es mío, hago lo que me plasca y el votante al carajo.
O sea, no da posibilidades de nada, simple y tajantemente repite: «Aquí no hay que buscar, lo que se pasó, pasó y lo que salió, eso es y punto».
Por sus aptitudes de los últimos días, pre y post electoral, nuestra recomendación sincera a Castaños Guzmán, es que:
«En su casa, usted le haría un gran servicio al país, porque el momento no está para su dictatorial arrogancia».